viernes, 21 de noviembre de 2014

"Carpe Diem"

Cuando alguien se va así, de repente, es como si una puerta se cerrara de golpe en tus narices. Te quedas ahí, paralizado, sin saber para donde tirar, en estado de shock. Pierdes la noción del tiempo y no puedes pensar en otra cosa. Simplemente, no te lo puedes creer, te niegas a creerlo. Pero no puedes quedarte en ese punto, tienes que reaccionar porque la vida sigue, la noria continua girando, "the show must go on"...
Sin embargo, continuar adelante como si nada parece imposible, porque algo ha cambiado y ya nada será igual. Y de nada sirve preguntarse el porqué de todo ello ya que no hay respuesta. Es así y punto. Tienes que asumirlo te guste o no y cueste lo que cueste. Y cuanto antes lo hagas, mejor para ti.
Pero sientes que no es justo y procuras buscarle un sentido. Y después de darle mil y un vueltas, de hacer y deshacer y devanarte los sesos, por fin das con ello. Tienes que intentar extraer alguna enseñanza de la vivencia. Y la extraes. A partir de ahora intentarás cambiar el chip, no desperdiciar ni un minuto de tu vida porque nunca sabes cuál será el último; vivirla a tu manera, eso sí, sin dañar a nadie pero sin permitir que sean otros los que manejen tu marioneta; no perder el tiempo en tonterías y distinguir lo esencial de lo accesorio; disfrutar de esas pequeñas cosas y momentos especiales que tanto te aportan; no dejar para mañana lo que puedas hacer hoy, postergando sine die esos proyectos que tanto te interesan y, sobre todo, dedicar más tiempo a los tuyos y demostrarles lo mucho que te importan, antes de que sea demasiado tarde.
Son cosas que, por desgracia, ya aprendí hace algún tiempo. Pero el día a día, acelerado y estresante que llevo hace que a menudo me olvide de ellas. Días tristes como hoy, me refrescan la memoria.
En definitiva... CARPE DIEM!

No hay comentarios:

Publicar un comentario